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Ilustración:Picapedreros medievales |
El oficio de picapedrero es uno de los más antiguos. La piedra ha sido labrada por el hombre casi desde los inicios de su existencia.
Surge fundamentalmente en el periodo Neolítico o nueva edad de piedra, cuando el hombre comienza a utilizar la piedra para la construcción de su vivienda por su resistencia y durabilidad.
La construcción fue evolucionando y el oficio fue convirtiéndose en una profesión muy considerada. En las civilizaciones egipcia, griega y romana los obreros de las grandes construcciones eran esclavos mientras que los picapedreros eran profesionales libres y de una clase social bastante acomodada.
En Egipto:
Una condición indispensable que debía cumplir la materia prima en que estaban hechos los monumentos y ajuares funerarios era la resistencia suficiente para perdurar por toda la eternidad, lo cual se hallaba vinculado a la idea de que la vida continuaba en el más allá. Ese material fue la piedra.
En las canteras de piedra dura , como se puede ver en las extracciones inacabadas y las herramientas encontradas en las canteras de granito de Asuán. El granito suele presentar bloques sueltos de forma redondeada y meteorizados; el procedimiento partía de seleccionar uno de esos bloques en bruto que cumpliese las dimensiones deseadas. El siguiente paso era desbastar la piedra haciendo saltar lascas. El problema era que la dureza de estas rocas hacía imposible un golpeo efectivo con herramientas de cobre o de bronce; había que utilizar entonces instrumental de dolerita, una piedra volcánica muy dura. Se empleaban mazos de dolerita de cantos agudos para ello, con el consiguiente desgaste de estas herramientas que, una vez redondeadas, eran inútiles y se tiraban. El último paso era modelar la superficie o grabar inscripciones (algo que podía hacerse ya fuera de la cantera); esa tarea, muy delicada, sí se efectuaba con cinceles metálicos.
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Obelisco inacabado, Cantera de granito, Asuan, Egipto |
Hay una opinión muy extendida que supone que en el Egipto faraónico se empleaban, para el desmonte y corte de los bloques de piedra, cuñas de madera. Según esta idea, las cuñas se empapaban en agua, se dilataban y así ampliaban las grietas entre bloques. Este pensamiento tiene su origen en una serie de muescas para las cuñas que se aprecian abundantemente en las canteras de granito de Asuán, en las caras de separación entre bloques. No obstante, muchos autores, entre ellos Rosemarie Klemm, creen que esto nunca fue así en el Egipto faraónico, sino que las marcas de Asuán son, como muy pronto, de época lágida, y seguro de época romana. Según esos investigadores, las marcas son debidas a una técnica distinta: son aberturas para cinceles que luego se calzaban con cuñas para aumentar la presión. Así pues, las cuñas mojadas no se emplearon durante la era faraónica, ni en las canteras de caliza o arenisca ni en las de piedras cristalinas.
Sabemos que el trabajo de las canteras estaba dirigido por un equipo de altos funcionarios que, en los trabajos más importantes, podían incluir al propio visir, al administrador general de todas las propiedades o, frecuentemente, al comandante de la guardia. Las inscripciones nos revelan que en las canteras lo más abundante eran los obreros manuales no especializados. Pero también había canteros especializados ( picapedreros , albañiles, “trabajadores de piedras blandas” y perforadores), escultores y escribas, lo que nos hace pensar que las canteras se pueden considerar verdaderos talleres de escultura en los que muchas piezas se realizaban casi en su totalidad en ese lugar. Características al respecto son los famosos obeliscos y piedras de gran tamaño inacabadas y abandonadas.
Fragmento : "Amigos de la Egiptología ", Víctor Rivas (Barcelona, España)1996
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